El Colegio de Farmacéuticos de Ceuta durante la crisis de la COVID-19
Los farmacéuticos han sido un sector de los más expuestos durante el estado de alarma, ya que las farmacias siempre han estado abiertas a todo el mundo. De hecho, la COVID-19 ha causado el fallecimiento de, al menos, 17 compañeros, afectando a alrededor de 200 farmacias en toda España, sobre todo en Madrid y Cataluña.
En palabras del presidente del Colegio de Farmacéuticos de Ceuta, Mario de Miguel, la junta y todos los farmacéuticos ceutíes lamentan profundamente el fallecimiento de los padres, ambos farmacéuticos, de Mª Carmen Mijimolle, vocal nacional de ortopedia del Consejo General de COF, quien tiene mucha vinculación con nuestra ciudad, así como el de todos los compañeros fallecidos.
“Al principio de la crisis no había mascarillas, no teníamos incluso para nosotros. Nos sentíamos muy impotentes cuando nuestros pacientes nos pedían mascarillas. Fueron unas semanas muy angustiosas. Afortunadamente esa parte parece que está solucionada. Además tenemos una colaboración con la Ciudad, quien nos da todas las semanas unas 2.500 mascarillas quirúrgicas para repartir entre la población que tenga necesidad”, asegura Mario de Miguel.
Todas las farmacias de la ciudad se han preparado para afrontar esta crisis sanitaria, haciendo turnos especiales y con otro tipo de medidas como la instalación de sistemas de separación de los usuarios o la colocación de mamparas protectoras, sistemas de seguridad que ayudaran a crear compartimentos estancos. En Ceuta no hemos tenido ningún caso de contagio, sólo algunos compañeros que han estado aislados de forma preventiva.
Otra de las cosas que se decidieron hacer durante la crisis sanitaria, con la inspección de farmacia de la ciudad y la inspección de Ingesa, fue un circuito para que los medicamentos que eran susceptibles de tener un mal uso tuvieran una distribución controlada, estableciendo un sistema de control adicional, que se desarrolló en tiempo récord, debido al sobreconsumo de determinados medicamentos causado por bulos que se detectó en todo el territorio nacional. Un control que afortunadamente ya no hace falta hacer.
Durante esta crisis se ha demostrado que cuando hay “buena voluntad” todo se puede hacer y se han tomado medidas “en tiempo récord”, afirma el presidente del Colegio de Farmacéuticos de Ceuta.
Por ejemplo, con ISFAS y MUFASE todavía hay un sistema especial implantado para evitarle el desplazamiento a las personas para los medicamentos visados; con INGESA se puso en marcha un sistema de asistencia por teléfono que está funcionando muy bien, ya que muchas dudas sobre la medicación se pueden resolver vía telefónica; se habilitó un sistema para que los farmacéuticos pudieran llevar medicamentos a los domicilios, incluso se contó con voluntarios de Cruz Roja para cuando los farmacéuticos no pudieran ir; hicimos una campaña de recogida de alimentos en todas las farmacias; se puso en marcha un sistema de verificación de receta electrónica privada, y nos sumamos a la campaña Mascarilla-19, con la que las víctimas de violencia de género pueden pedir ayuda a través de su farmacia más cercana pidiendo esta mascarilla… “Muchas de estas iniciativas eran proyectos que ya estaban pensados pero que ahora nos hemos visto obligados a ponerlos en marcha”, dice De Miguel.